Todas las tradiciones sin excepción y de todos los tiempos le han dado al elemento agua un valor que es a la vez vital, pero también un gran valor simbólico y mágico.

El agua como elemento de curación

Sin tener que rehacer la historia, griegos y romanos, así como la mayoría de los pueblos asiáticos y árabes supieron organizar las ciudades en torno a manantiales para establecer baños termales, baños o hammams que se han convertido en verdaderos centros de la vida social de los pueblos.

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Magia elemental del agua

Evidentemente, el agua también trae prosperidad con el riego de los cultivos y de alguna manera en este sentido se convierte en un recurso imprescindible. Pero hoy en día nos hemos olvidado, sobre todo en nuestros países occidentales, cuánta agua es un tesoro porque ya no le prestamos atención, basta con un simple giro del grifo para pensar que es inagotable y vulgar.

De este error de la modernidad cotidiana también hemos olvidado todo el simbolismo sagrado de este líquido único así como ciertos ritos ancestrales practicados desde los albores de los tiempos.

Es en la magia blanca que el uso del agua es esencial para resurgir los recursos internos y atraer hacia nosotros energías que son tanto curativas para el cuerpo como para la mente.

Poder del agua y su relación con la magia blanca

En la antigüedad, las estatuas de los dioses y diosas recién creados se sumergían en ríos o se rociaban con esta agua que de alguna manera daba vida a la piedra y trascendía la materia para darle un aura de la divinidad en cuestión. No olvidemos tampoco el simple bautismo es en sí mismo un sacramento que abre la mente en un horizonte más allá de nuestra materialidad con la promesa de una protección divina para los creyentes.

Solo en estos dos ejemplos, el agua aporta una dimensión superior, el acceso al Anima en diferentes formas: para la materia inerte con una santificación del objeto que luego se convierte en la imagen viva de la deidad, y para el individuo una transmutación vital hacia lo sagrado que desciende en él con un supuesto libre albedrío.

Conexión espiritual del agua

Pero la religión no tiene la prerrogativa exclusiva de lo sagrado, entre los chamanes es un elemento esencial de la naturaleza que conecta el mundo de la selva con el de los hombres, pasando por los ríos y la lluvia que son por sus expresiones poder de signos visibles, aunque por descifrar, que se comunica con los iniciados que saben traducirlo, por no decir que se comunica con ellos para informarles del mundo de arriba.

Así mismo, los elementos utilizados por los alquimistas incluyen esta misma AGUA que al asociarlos u oponerlos con FUEGO, AIRE, TIERRA y en ocasiones con otros elementos más exóticos como Azufre o Mercurio, lo que les permite leer dentro de la naturaleza íntima de la materia para encontrar su secretos, incluidos los de la Piedra filosofal.